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Material

para grupos que deseen mejorar su gestión interna para que sea más sostenible y eficiente.

Atención: Este decálogo no es de obligado cumplimiento. Es un ejemplo de cómo es interesante que se debatan las normas que deben de regir un grupo y se plasmen en una serie de puntos para evitar malentendidos.

 

Cualquier sugerencia y aportación será bienvenida.

Decálogo de buenas prácticas

 

Compromiso con el grupo

 

  • La salud, la familia, el estudio van primero, pero la falta de previsión o una actividad secundaria no pueden pasar por delante de un ensayo o una actuación.

 

  • En un teatro universitario los objetivos son comunes, por lo que si hay un problema todos se tienen que implicar en él. Por el contrario, un problema personal no puede convertirse en un problema para el grupo, nunca al menos sin que el implicado trate de ser el primero en solucionarlo.

 

  • Una obra aguanta en sus costuras por la fé en la que tienen los actores en cada eslabón que hace posible realizar la pieza. Llegar persistentemente tarde o faltar sin avisar en los ensayos, hace que en un bolo o actuación, falte confianza en el otro y eso haga mella en la calidad y capacidad de reacción y coordinación interna ante cualquier imprevisto.

 

  • Es más importante el trabajo y la constancia que no el talento. El teatro universitario no está sujeto obligatoriamente a las leyes del mercado y está más libre de censura, por lo que sus puntos fuertes tienen más que ver con aportar a la sociedad nuevos puntos de vista que no en crear personajes perfectamente representados.

 

 

Respeto a los compañeros

 

  • Hay que ser generoso con los compañeros, reconocer su trabajo, facilitar su concentración, respaldarles si hacen otras obras, tender lazos con otros teatros universitarios e ir a ver sus obras, saber hacer críticas constructivas, estar abierto a otros puntos de vista. Aprender, olvidar lo aprendido, equivocarse, crecer.

 

  • Todos montan, todos limpian, todos recogen. El teatro universitario es aquel teatro que por su falta de medios económicos hace de la necesidad virtud y puede trabajar con presupuestos paupérrimos ya que hay una alta implicación, y aunque haya cierta especialización suele haber mucha movilidad interna, eso lleva a que sea muy versátil a la hora de hacer sustituciones y cambios de última hora.

 

  • Ser miembro activo, proponer ideas, anticiparse a las necesidades o problemas. Es deber del actor trabajar en casa su personaje, adelantarse siempre que pueda en el aprendizaje del texto y, en caso de faltar a algún ensayo, el ponerse al día.

 

 

Respeto al público

 

  • Hay quien cree que llegando a una sola persona se puede cambiar el mundo, por lo que se conduce en escena como si el mundo entero le observara. El público es un símbolo: en teatro, lo que no se evidencia no tiene importancia, no existe. El público es público, siempre, aunque sea una sola persona.

 

  • El público no merece que se le considere o trate como meros usuarios o consumidores. Hay que hacer pedagogía con el público para que sea cada vez más exigente, para que no se conforme con obras mediocres que sólo entretengan y que no conmuevan, sino que además éstas ilusionen, provoquen, hagan pensar.

 

  • Hay que saber dar la cara ante el público. Hay que aceptar su crítica. Hay que hacer piña ante la derrota.

Federación Española de Teatro Universita
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